Las violinistas ecuatorianas Berenice Veintimilla y Diana Alvarado deslumbraron junto a la Orquesta Juvenil Iberoamericana en el Auditorio Nacional del SODRE
El 18 de septiembre del 2024, la Orquesta Juvenil Iberoamericana deslumbró con un gran concierto en el Auditorio Nacional del Sodre, el principal auditorio del Uruguay. Ante un teatro de 1200 asistentes, la OJI ofreció un espectáculo emocionante, propio de una orquestación compleja en sus dinámicas y sonoridades acústicas, las cuales tomaron la fuerza de una sensibilidad única bajo la dirección del Maestro Ariel Britos, director artístico y presidente de Iberorquestas Juveniles.
Las violinistas ecuatorianas Berenice Veintimilla y Diana Alvarado fueron parte de ese elenco de instrumentistas Iberoamericanos, por su desterza en el instrumento y sus capacidades sensibles para conformar el ensamble. Las jóvenes ecuatorianas fueron seleccionadas por el Programa Iberorquestas Juveniles y de esa manera conformaron la OJI junto a otros jóvenes músicos de diferentes países Iberoamericanos provenientes de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Uruguay, Venezuela, Portugal, Cuba y Ecuador.
Uruguay fue la sede de esta edición que tuvo como soporte a la Orquesta Juvenil Nacional del SODRE, para una celebración que se cristalizó en un concierto y en la continuidad de una agrupación multinacional que refleja el trabajo realizado por los países miembros del Programa Iberorquestas Juveniles.
Junto con la Orquesta Juvenil del Sodre, la agrupación sumó a 123 intérpretes, quienes concretaron la musicalidad de una obra impecable bajo la dirección artística de los maestros Ariel Britos (Uruguay) y Roberto Rentería (México). El ensamblado de una agrupación de esta naturaleza es testimonio del esfuerzo de las personas que participaron en el proceso, profesoras y profesores que fueron un pilar de este proyecto. Los ensayos y masterclass que se realizaron durante la estancia de los intérpretes Iberoamericanos permitieron contruir una agrupación sólida y técnicamente calificada para la conformación de la OJI.
Además, los interpretes asistieron al Foro Juvenil Iberoamericano de Música y Educación, que se realizó en el Edificio de Presidencia de la República Oriental del Uruguay en los días previos a la presentación.
El concierto contó un repertorio del pentagrama de diversos países Iberomaericanos: LaToccata – Héctor Tosar (1923-2002), Uruguay. Poema Sinfónico Arenal 1968 – Alejandro Acuña Moreira, Costa Rica. Música Homenaje a los Niños Héroes – Jesús Sevillano Cuevas, México. Choros n°10 “Rasga o Coracao” – Heitor Villa-Lobos, Brasil. Danzón n°2 – Arturo Márquez, México. Kalamary, “Paráfrasis sobre temas de Lucho Bermúdez” – Alex Tovar, Colombia. La boda de Luís Alonso – Gerónimo Giménez, España. Libertango /Fuga y Misterio – Astor Piazzolla, Argentina. Candombé de la “Suite de Ballet según Fígari” – Jaurés Lamarque Pons, Uruguay.
Cabe resaltar que en el concierto, el Poema Sinfónico Arenal 1968, estuvo dirigido por el propio autor de la obra, el artista costarricense Alejandro Acuña Moreira; el maestro fue uno de los profesores de la Orquesta y su presencia provocó un aliciente en la presentación y ensamble de su poema sinfónico.
Durante la apertura, el consejero del Sodre, Diego Silveira Rega, les dio la bienvenida a los jóvenes destacando cómo Uruguay ha construido su identidad con el valioso aporte de inmigrantes mediante sus culturas y tradiciones. En esta oportunidad, cada participante trae “en sus manos, en sus espaldas un instrumento musical y dentro de ese instrumento (…) traen un pedacito de su identidad, de su cultura, de su tierra”, señaló.
Iberorquestas es un programa que impulsa el desarrollo de los jóvenes a través de la música, impulsando sociedades más justas e igualitarias, con altos estándares de calidad y una fuerte perspectiva de género, así lo definió Esteban Campero, el director de la Oficina Subregional de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).
Finalmente, el director de la Orquesta Juvenil Nacional y actualmente presidente de la Fundación Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles del Uruguay, mencionó que cada interprete es un testigo vivo que podrá volver a su país “ a contar de que algo está pasando en iberoamérica (…) La voz de los jóvenes a través del instrumento va a resonar y muy fuerte”.